Los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio nos invitan a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan nuestras ciudades en términos de planeación y movilidad. Con más de 105 millones de personas viviendo en zonas urbanas, que representan más del 88% de la población (CONAPO 2020), México está constituido por 92 zonas metropolitanas, que comprenden 421 municipios y concentran el 65% de la población. Cada una de estas zonas presenta desafíos diversos en planeación y movilidad, pero nos enfocaremos en dos retos clave: la dispersión y la falta de conectividad, ambos con importantes implicaciones sociales y económicas que se deben atender.
Retos Regionales
En una escala regional, la conectividad es crucial para incrementar el potencial económico del país. Reducir las brechas regionales es fundamental mediante sistemas de movilidad modernos y eficientes que faciliten mayores oportunidades de inversión e intercambio comercial, tanto dentro del país como con naciones vecinas. Existen tres retos principales a nivel regional:
- Reforzar la seguridad en vías ferroviarias y carreteras: Es urgente restringir la circulación de tractocamiones con doble remolque y sobrepeso para reducir riesgos y daños a la infraestructura. Esto debe ir acompañado de un programa constante de seguridad y monitoreo.
- Expandir la capacidad portuaria en conjunto con la estrategia ferroviaria: Aprovechar y retener las oportunidades que brinda el Nearshoring en México y Centroamérica es clave para el desarrollo económico.
- Desarrollar corredores de transporte ferroviario de pasajeros: Aliviar la congestión en la red carretera y reducir el impacto ambiental del transporte interurbano es esencial. Esto incluye incentivar el cambio modal de la carga al ferrocarril, que tiene un nivel de accidentalidad 12 veces menor y emite seis veces menos carbono que el autotransporte.
Retos Metropolitanos
En el ámbito metropolitano, las barreras administrativas han impedido la consolidación de sistemas de movilidad eficientes y adecuados a las dinámicas sociales y económicas de las zonas conurbadas. La contención de las ciudades y su consolidación paulatina para aprovechar los vacíos intraurbanos es clave. La resistencia a la densificación ha representado altos costos para la sociedad.
- Contener la expansión de las manchas urbanas: Es vital evitar la ocupación de derechos de vía alrededor de la infraestructura de transporte estratégico.
- Introducir sistemas de transporte masivo continuos e integrales: Estos sistemas deben ir más allá de los límites territoriales para reducir la desigualdad y la huella de carbono de las ciudades.
- Mejorar los sistemas de transporte masivos existentes: Se necesitan estrategias de reorganización de rutas, cambios de flota, incremento de unidades y mejoramiento de los sistemas de información.
Retos en Ciudades Medias y Zonas Urbanas
Para las ciudades medias y zonas urbanas, es crucial trabajar a escala humana, considerando las necesidades de peatones, ciclistas y grupos más desfavorecidos.
- Fomentar la densidad y la diversidad de usos urbanos: Políticas de movilidad deben acompañarse con desarrollo urbano y planeación para crear ciudades accesibles, sostenibles y eficientes, como la ciudad de 15 minutos.
- Impulsar la movilidad activa*: Incentivar el uso de sistemas de bicicletas públicas y micro movilidad para desincentivar el uso del automóvil.
- Mejorar la infraestructura de movilidad*: Desarrollar mejores calles, infraestructura ciclista integrada, sistemas de información para usuarios y una infraestructura inclusiva.
- Implementar una política de movilidad inclusiva de género*: Reducir la brecha de género en el sector mediante la inclusión de más operadoras de transporte, tomadoras de decisiones y técnicas.
Abordar estos retos en movilidad es esencial para el desarrollo sostenible de México. La creación de un sistema de transporte eficiente, seguro y accesible no solo mejorará la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también impulsará el crecimiento económico y la cohesión social. Es crucial que las políticas públicas se alineen con las necesidades de las comunidades urbanas y rurales, promoviendo un futuro en el que todos puedan moverse libremente y con seguridad.